lunes, 25 de junio de 2007

Aportes Alter y Reni Película El tiempo

EL TIEMPO
Cuenta una historia cuyo argumento es Universal, pero lo hace con un encuadre contemporáneo y brutal, tan brutal como el abordaje actual que tienen muchos o jóvenes y no tanto, con el mismo tema: los celos, el desgaste, el paso del tiempo. Factores que afectan a todas las parejas. Dicen muchos psicólogos que finalmente, lo único que busca cada persona es amar y ser amado.
La problemática es cruda y el director la transmite a través de un relato crudo: allí su ideología ya que busca que la gente tome conciencia de una situación que en muchos ronda escondida en su inconsciente.
No hay sutilezas. Las cosas crueles se muestran cruelmente; hiperrealísticamente. La falta de paz interior se muestra con todas sus consecuencias.
El relato es circular, diría que laberíntico, mostrando que la salida es difícil o no existe. Todos los cambios exteriores son tan dolorosos que, en términos de balance o de costo-beneficio, nunca aportan el éxito que la gente deposita en ellos tanto en términos de belleza, de contrarrestar el paso del tiempo, de facilitar la obtención de trabajo, de seducción.
¿Cuál es el tema central de la película?. ¿El amor?. ¿El envejecimiento físico?. ¿La histeria?. ¿El descontrol?. ¿Actuar como respuesta a impulsos histéricos o incentivados por drogas y/o alcohol?. ¿Creer en la banalidad de pensar que cambiado el rostro cambiará el mundo a favor de los deseos del personaje?. O quizás una exquisita combinación de todos ellos. Una problemática hiperactual de hombres y mujeres. Quizás sea un problema de cómo se construye la identidad:
Leí un comentario que dice: La película nos pone durante unos segundos en la piel de quien ha cambiado la suya, en la carne de quien ya no tiene la propia porque no la soporta, en los ojos del que está afuera de todo, afuera del mundo, fuera de sí.
La histeria es mostrada desde varios puntos. El objetivo es sólo ser objeto del deseo y no su concreción. Tal como se aprecia en la rueda de 3 parejas, donde el gordo y borracho le pega al compañero que toca a la compañera de aquel, a pesar de tener el gordo su propia pareja, la invitación a pasar la noche en la casa de una personaje y echar a su compañero cuando se produce el primer acercamiento físico con objetivos sexuales, los diálogos abruptos en el bar...
Es muy interesante la ubicación de los personajes en la isla de los sueños: todas las piezas artísticas están relacionadas con el sexo. Son figuras elaboradas, (ninguna explícita), todas referidas a desnudos o situaciones sexuales. Son representación de las fantasías de todos los que la visitan. Pero esas fantasías desaparecen rápidamente con la crecida del agua que baña las costas: son fantasías muy etéreas. La única formación que queda es una en la cual suben (como símbolo de elevación) y es la única que les facilita algún dialogo.
La obtención de nuevas bellezas físicas es un paradigma moderno (obsesión por las apariencias). Se ve claramente en dos intervenciones del cirujano, mediante dos preguntas totalizadoras: ¿querés que te haga irreconocible?, ¿querés volver a ser la que eras?
Hay otro paradigma asociado: la violencia es ejercida por los personajes sobre si mismos cuando tradicionalmente se lo hacía para con terceros.
La piel es una delgada capa que comunica dos tipos de bellezas de un mismo y único cuerpo: un rostro severo es un muestra de durezas internas o de historias de sufrimiento. Un rostro afable (posible forma de belleza) espeja calidez generalmente fabricada por un interior armónico. Por lo tanto, un cambio de forma exterior (sin mediar reparación de un accidente traumático) difícilmente resuelva las dificultades generadas por el interior de una persona. Para conformarlo, recordemos la frase del personaje cuando dice “las cosas salieron como yo quería pero no me veo feliz” ó “cerrá los ojos y pensá en otra mujer para poder tener sexo completo”.
La película habla de la mengua de sentimientos críticos de la persona, de la falta de tomar posición en ciertos aspectos: se presta a la publicidad para la obtención de la belleza sin medir los medios a emplearse para su logro. Sigue como manada a la promesa publicitaria ofrendando su interior en busca de la forma que el tiempo impuso. Seguramente lo hará con la nueva apariencia (no hace falta hacer zapping desde el programa de Tinelli, para poder apreciarlo).
En muchas oportunidades valoramos un film porque nos permitió identificarnos con un personaje. Aquí no hay identificación con nadie y casi no sentimos lástima por ninguno: la situación es tan paradójica y violenta (por lo menos para mi) como es violenta cada muestra de cirugía, expresada cruda y cruelmente.
Me conmueve la libertad del autor en el manejo de la fotografía y en dar una vuelta de tuerca en su relato al hacer dialogar a su personaje a través de la máscara con su antigua cara.
También me interesó que el director evita todo ingrediente que no tenga que ver con la problemática sobre la que intenta concientizar: ni los trabajos de los personajes, ni sus familias, ni sus intereses mas profundos aparecen en el relato.

Reni agrega:
No sé por qué se llama “El tiempo”. Yo la hubiera titulado “La Imagen”.
Para mi el film da cuenta del poder de la imagen física en esta época posmodernista y decadente. Y se plantea el tema con imágenes. Ese es el gran logro. No hay grandes parlamentos sobre el tema pero ahí está planteado.
Lo único que importa en estos tiempos es lo que se ve. Ya no interesa lo que se es. Se es en función de lo que se ve. Y ¡oh ironía y paradoja! lo que se es finalmente trasciende la imagen exterior y es lo que se perpetúa a pesar de todos los cambios exteriores.
En determinado momento todos los personajes se me confundieron. No sabía quién era quién. Me dije: no distingo las diferencias de los rostros orientales. Pero luego llegué a pensar que quizás era eso lo que el director quería mostrar. Con tanta publicidad acerca de la maravilla de la cirugía estética, todos terminan siendo iguales; todos un cliché. Todos máscara y esta la imagen con la que cierra la película: millones de personas irreconocibles, iguales.
Lo único perdurable es el arte, mostrado a través de las esculturas en la isla que, a pesar de las mareas y del paso del tiempo, permanecen inmutables dando testimonio de lo que es verdadera belleza: la creación artística representada así mismo por esas manos entrelazadas que apuntando al cielo, a lo permanente, a lo inmutable cobijan a los amantes desasosegados, que buscan en lo exterior, en la pura imagen aquello de lo que carecen en su interior denegado y rechazado.
También el café me pareció que daba cuenta de esta problemática. Los personajes se ubican siempre en la vidriera del bar, se hacen ver y se dejan ver; eso es lo que tiene valor.
La música acompaña en algunos tramos de la película; cuando la chica está sola y llora, cuando está con el cirujano plástico pero, en general, se escuchan los sonidos ambientales.
La fotografía, la puesta en escena, el montaje: impecables.

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